lunes, 3 de septiembre de 2007

Breves nadas

Te juro que solamente me quedan cenizas, y se vuelan, me las roban, me asfixian, invaden todo. Se escapan de las cerdas. Evolucionan. Las extraño en ausencia, las detesto cuando asisten. Me quedo con las de tabaco, satisfacción garantizada, cremado no significa muerto, a mi me cremaron mil veces y sigo odiando, las cenizas.


No me vengan con eso de que las flores son cursi. Las flores son eso. Plantas con perfume. Momentos de 256 colores y banda sonora de la bersuit. Con una te quiero y en ramo es mucho. Algunas son lindas, otras espinosas, mientras sean baratas. Mi único problema es que no encuentro la flor que te mereces. En palabras. Escasean, no se aplican, es el vacío de diccionario de colectivo. Yo quiero que flor signifique inigualable, y con eso hacerte un ramo. Con eso. Flor.


Sofoca. Tanto gris. En el pavimento que se me hace rostro. En mis párpados intermitentes. Las pisadas parsimoniosas de un camino sin oriente. Vergüenza que entumece el otoño inmemorial. Mugre en las uñas de los más improbables. Cabeza gacha. El gélido polizonte atraviesa la ventana. Afuera todo es de un solo tinte. Inercia impulso inútil. Arriba.

No hay comentarios: