sábado, 15 de septiembre de 2007

Insonoro

Mirada gélida
en inerte destino,
sembrada fuera de melodía.

Y las cruces,
obsoletas,
los rezos insípidos.

Mugre inmaculada
gotea bajo las uñas,
se retuerce omnipresente.

En la mañana estanca,
hojas caen perezosas
desvistiendo madera anillada.

La carne extensa,
reposa y confabula
para ahogar los alaridos.

Los vacíos no disipan
el vasto humo
carcelero de la dicha.

El ritmo se desviste
en cuerdas siseantes
de esta tarde cansina.

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