Mirada gélida
en inerte destino,
sembrada fuera de melodía.
Y las cruces,
obsoletas,
los rezos insípidos.
Mugre inmaculada
gotea bajo las uñas,
se retuerce omnipresente.
En la mañana estanca,
hojas caen perezosas
desvistiendo madera anillada.
La carne extensa,
reposa y confabula
para ahogar los alaridos.
Los vacíos no disipan
el vasto humo
carcelero de la dicha.
El ritmo se desviste
en cuerdas siseantes
de esta tarde cansina.
en inerte destino,
sembrada fuera de melodía.
Y las cruces,
obsoletas,
los rezos insípidos.
Mugre inmaculada
gotea bajo las uñas,
se retuerce omnipresente.
En la mañana estanca,
hojas caen perezosas
desvistiendo madera anillada.
La carne extensa,
reposa y confabula
para ahogar los alaridos.
Los vacíos no disipan
el vasto humo
carcelero de la dicha.
El ritmo se desviste
en cuerdas siseantes
de esta tarde cansina.
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