Manos libres (bluetooth)

Sabe el puño
letras forasteras,
enjauladas en ferias de pueblo.

Suelto, diezmado,
esconde en zanjas,
pulsión agorera.

Descalzo peinando fatigas,
por venir radiante,
puñales certeros.

Salteo lunes,
calle, pozo, puente.
Debilidad anfitriona.

Ansias que crujen,
ataúdes inconscientes
liberados por el puño.

Mareas

Girado sin vida,
suspenso diablo,
trizas en pasado.
Gotas suspendidas,
espiral en sentido opuesto.
Liso, rugoso y llano.
Sed torrencial seca,
hastío arenoso sube,
frazada agobiante,
despertador inoportuno.
Chance desperdiciada,
nosotros, yo, vosotros.
Entumecidos.

2:05 AM

Última brazada,

el agua disminuye,

tu destino emerge,

mis nudillos tiemblan.

Éxito ignora razón,

un fondo vacilante,

esas caderas sugestionan

paredes encogidas.

Tu punto de fuga

quiebra pésames de lunes,

un fin extraviado

desespera por volver.

La alfombra seduce el alma,

besos aguados

dispersos en tu ventana,

mis nudillos tiemblan.

Lluvia

Afuera el rechazo es diluvio,
ropa en el piso es pena,
venas se aferran inevitables.

El teléfono asiste impávido
la vacilación subterránea
que inunda la carcaza.

Y la cama, cautiva,
libertad condicional a las ocho,
arresto preventivo a la una.

Ahora suena,
ellas no sueltan,
hacen bien.

Insonoro

Mirada gélida
en inerte destino,
sembrada fuera de melodía.

Y las cruces,
obsoletas,
los rezos insípidos.

Mugre inmaculada
gotea bajo las uñas,
se retuerce omnipresente.

En la mañana estanca,
hojas caen perezosas
desvistiendo madera anillada.

La carne extensa,
reposa y confabula
para ahogar los alaridos.

Los vacíos no disipan
el vasto humo
carcelero de la dicha.

El ritmo se desviste
en cuerdas siseantes
de esta tarde cansina.

Brasas

Espejo irradia angustia,
me asquea,
no le creo,
trasluce pero miente.

Esa carne chamuscada
por caricias fugitivas,
en callejones numerados.

Mi núcleo ardido
por tu silencio llameante,
Solo. Grito.
Desvanezco.

Todo gira sin sentido,
queja y deleite se fusionan
en voces lejanas.

El color gris inunda
mi destierro.
Invalida triste fuga.
Sólo queda, mi reflejo.

Rh

Sangre tibia

de alcantarillas invisibles

se filtra por mis huecos.

Son tantos.

Y es tan poca,

ya ni chispea

en charcos,

cada pizca

evapora la angustia futura,

ese ocaso esquivo

que nos debemos.

Sigue.

Fluye.

Ansia

Lo busco por áspero,
me esquiva por capricho.
Da pasos en reversa
en mi hoja hostil.

Quiero secuestrarlo ayer,
esconderlo en mi carcaza
para que me rescate
de mi ser adormecido.

Un golpe seco desorienta
el nauseabundo rastreo,
dejando el aire
con aroma a inconcluso.

Desaparece el ardor,
se extingue la angustia
en tinta anestesiante.

Al fin el saber evidente
de la inconclusa metamorfosis
en culpa,
de un simple beso fugitivo.

Extraño

Extraño.
Ese instante en
que nos sentimos.
Aquella ocasión
desperdiciada por litros que no rebalsan
ni mojan mi calvicie sentimental.

Lloro.
La pena de saberme superado
por un vacío terrenal
de ojos refractarios y
sonrisas acrílicas.

Disfruto.
Empaparme de tu ausencia
en aguas escarchadas
con frases mitigantes
brindadas por embusteros.

Vivo.
Auscultando los grises
Para encontrar un color
que brille, que realce.
Que suene. Que suene. Que suene. Que suene.

Necesito

Necesito una ecuación que me enseñe a calcular...
El tiempo suficiente para creer en mí,
cuantas lágrimas son llanto y cuantas un arrebato,
los días suficientes para olvidar
y los necesarios para que empiece .
Necesito una formula para poder...
Curarme de las fobias,
dormir con ojos cerrados,
enderezar las voluntades
y creer en lo invisible .
Necesito una norma para...
No matar al “ello”,
rezarle a un Dios que no engañe,
latir sin preguntar
y enfrentar lo indisoluble.
Necesito una receta que me permita...
Dar a luz una idea,
transformarme en un grito,
enseñar miserias propias
y perder el equilibrio.
Necesito un método que explique...
La vigencia del mito,
el placer del texto,
la verdad a medias
y por qué necesito.

Pensares

Ahora.
La conveniencia dispar
de un pasado mañana,
de un encuentro secreto
y un planeado azar.
El hielo de la soledad
se evapora en maniqueos pensamientos,
un presente que acosa,
y la noche me encuentra,
sin ideas,
arrepentido de mis lamentos,
y esclavo,
de la perpetua contemplación.

Breves nadas

Te juro que solamente me quedan cenizas, y se vuelan, me las roban, me asfixian, invaden todo. Se escapan de las cerdas. Evolucionan. Las extraño en ausencia, las detesto cuando asisten. Me quedo con las de tabaco, satisfacción garantizada, cremado no significa muerto, a mi me cremaron mil veces y sigo odiando, las cenizas.


No me vengan con eso de que las flores son cursi. Las flores son eso. Plantas con perfume. Momentos de 256 colores y banda sonora de la bersuit. Con una te quiero y en ramo es mucho. Algunas son lindas, otras espinosas, mientras sean baratas. Mi único problema es que no encuentro la flor que te mereces. En palabras. Escasean, no se aplican, es el vacío de diccionario de colectivo. Yo quiero que flor signifique inigualable, y con eso hacerte un ramo. Con eso. Flor.


Sofoca. Tanto gris. En el pavimento que se me hace rostro. En mis párpados intermitentes. Las pisadas parsimoniosas de un camino sin oriente. Vergüenza que entumece el otoño inmemorial. Mugre en las uñas de los más improbables. Cabeza gacha. El gélido polizonte atraviesa la ventana. Afuera todo es de un solo tinte. Inercia impulso inútil. Arriba.

Ido

Mirar por la ventana,
alejarse de uno mismo,
querer ser otro.

Caminar a tientas,
vivir a los tropezones,
esquivar la discusión
Y saltear las conclusiones.

Imaginar ser la utopía,
huir de los metales,
engendrar el vacío.

Saber de vientos,
espantos y otros sonidos.
Rugir como un león
y morir como en tus cuentos.