miércoles, 31 de octubre de 2007

Palabras cruzadas



Que sabe el cachorro huérfano
de aquel viejo
en la orilla del cielo.
Cuerpo calumniado
asume lo inhóspito
disfrazado de alabanza.
Un Dios se desviste de fe
en un probador de cruces
atendido por sus dueños.
Vías que surcan la erosión misma
desesperan el olvido,
raíces de un lugar mejor.
El desamparo teje
usando parches de optimismo.
La esencia aguarda con animo
extenuado escapar del cruce
forzoso donde vejez
comulga con vejamen.

martes, 30 de octubre de 2007

Querido diario

Conocí a alguien.
Creo.
Ya casi no me conozco.
Quién sabe.

Embotado

Menos romántico no.
Moderno y frío.
Suena como Sabina.
Cuando canta molesta,
si lo apagan lo extraño.
El lápiz me lleva a equivocarme.
¿El lápiz?
Palabras que deshacen mis sentidos.
Azules que estremecen,
muros hechos barra.
Confianza devaluada en rodillas.
Media cuadra retirada
sin lamentar un solo beso.

viernes, 26 de octubre de 2007

Cortantes

El ardor de la piel
es remera
en frasco de
vértebras que retuercen
por goteo.

Desde las partes
me sumo a todos
los que restamos
jornales para ser.

Con latidos de
sala de urgencia
aplicamos leyes
con más pena.
Los grises.

Gira el muerto
en discos de pasta
mesurados sus lamentos.

Recipientes de punzadas
caen desde el sur
barruntando malevaje.
Estiletes de medianoche
tu esencia en mis harapos.

martes, 23 de octubre de 2007

Matar las heridas

¿Qué puedo?
Ya no y
no lloro.
¿Para qué?
Te siento, no niego.
Nos fuimos pero estamos.
No sabía. Muchos nudos.
Todo pretérito.
Condicional desatado.
Pierdo partículas de nosotros
no sabía que éramos tanto.
Desde las sombras construyo.
Tu nueva sonrisa.
Los dedos añoran.
Me rompo solo
desde que nos desarmé.
El pasado es indestructible
las piezas quedan igual.
Pies hundidos en la pista.
Los números son anécdota.
Mis lunes se calcinan
sin sacarme las pantuflas.
Y en nuestra pared la dicha.

martes, 9 de octubre de 2007

Ni una vía

Clavarlos por impulso
contenido en viaje inexorable
y ni un perro que se cruce.

Llama el freno, desespera,
caricias insensibles
hoy sirven .

Pedazos de repulsión se ciernen
sobre cariño invertebrado,
la vereda se hace eterna.

Ciega la puerta
escucha pasos desvelados,
no conocen de tacos .

Rastros de lujuria pulida
arrastran posesos,
no saben de.

Se acerca,
inflingió latidos,
fue.

Miraron bajo la cama,
eran otros,
juntos,
pero cáscara .