domingo, 28 de abril de 2013

El primero de mayo


Abro el cajón
y tanteo buscando
que alguna vez me
hayas querido,
termino conformandome
con encontrar un par
de medias cálidas,
preferiblemente de toalla,
negras, las grises no
saben esconder agujeros.

Ya con las medias(grises) puestas
más ropa a tono,
ni muy muy,
ni tan tan,
empiezo a caminar
por la orilla de
calle santa fe,
no me gusta exagerar,
pero me parece
pertinente que sepan
que en dicho margen
se originaría
el fin del mundo.

Todo es potencial,
mis ahorros no
están para ser gastados
en juicios, ni en adjetivos.
Gasté la mayor parte
en inventar tu pelo,
eso y paragüitas de chocolate,
amé ese chocolate
hasta que me fue infiel
con otro.
Hoy encontré uno
en la heladera y no dudé en comérmelo.


Hace dos poesías
que escribí que no
iba a volver a escribir,
pero acá estoy,
tan negado como siempre,
tratando de acostarme
sin usar piyama,
leyendo hasta quedarme
dormido, y otra vez
la voz de tus ojos
se me cuelan entre
el padrenuestro
no diciendome
"no te quiero",
santificando mi descanso.