jueves, 23 de mayo de 2013

Recaída


Anoche fui a sacar
una pila de billetes al banelco,
me hice amigo
de un perro que no
quería salir,
traté de hacerlo escapar
tentándolo con un envoltorio
de sandwich,
almuerzo tardío,
eso y que iba a amarlo
toda la vida, por las dudas,
abrí la puerta y le ofrecí el papel,
asomó medio cuerpo,
pero no cayó en mi trampa,
al final,
se quedó mirándome, orgulloso,
desde adentro.

Cerré la puerta y me fui,
pura envidia y
pisadas cortas.

No quiero escribirte,
pero me obliga,
esta adicción
a no verte.

Insoportable,
tecleo sin sentido,
buscando la manera
de lograr que los bordes
sean contenido.

Clavo mis manos
en las tripas,
rasco hasta dejarme
las uñas en búsqueda
de palabras
de alivio.

De golpe,
cuando estoy dejando
por enésima vez
en mi vida algo
sin terminar,
la respuesta
me golpea,
un ladrillazo,
abro los ojos,
ya sé,
soy exiliado de tu cuerpo
y los puntos solo
se unen hacia atrás.

domingo, 28 de abril de 2013

El primero de mayo


Abro el cajón
y tanteo buscando
que alguna vez me
hayas querido,
termino conformandome
con encontrar un par
de medias cálidas,
preferiblemente de toalla,
negras, las grises no
saben esconder agujeros.

Ya con las medias(grises) puestas
más ropa a tono,
ni muy muy,
ni tan tan,
empiezo a caminar
por la orilla de
calle santa fe,
no me gusta exagerar,
pero me parece
pertinente que sepan
que en dicho margen
se originaría
el fin del mundo.

Todo es potencial,
mis ahorros no
están para ser gastados
en juicios, ni en adjetivos.
Gasté la mayor parte
en inventar tu pelo,
eso y paragüitas de chocolate,
amé ese chocolate
hasta que me fue infiel
con otro.
Hoy encontré uno
en la heladera y no dudé en comérmelo.


Hace dos poesías
que escribí que no
iba a volver a escribir,
pero acá estoy,
tan negado como siempre,
tratando de acostarme
sin usar piyama,
leyendo hasta quedarme
dormido, y otra vez
la voz de tus ojos
se me cuelan entre
el padrenuestro
no diciendome
"no te quiero",
santificando mi descanso.


viernes, 22 de febrero de 2013

Cuadros

A veces me olvido
que estuve embelesado con una pintura,
no dolería si la hubieran dibujado
con ojos cerrados,
o sí nunca hubiera
puesto un pie en
aquella muestra.

Cobarde, mi tatuaje
se esconde pegado
a mis vertebras
mientras mis dedos vacilan.

Algunas veces,
la única manera de ser,
es estorbando,
zumbar en tus oídos
es mi penitencia
por no haber aprendido
a darte cosas
que no pedías.

Desde abajo
no se oyen mis gritos,
en realidad estoy cantando,
es sobre una fecha
que está fugada
de los calendarios,
creo que era abril,
creo que era ayer.