Caminar por
estas calles
desplumadas
no alivia
este sentir espeso.
Gris,
el vapor
vuelve murmullos
los pasos
que supe
deambular
sobre
tu espalda.
Saberme fácil
concede alas
que barren
mi camino.
Globos de
plaza marchan
a morir
abrazados
por un cielo
indiferente.
Al fin,
giro
en torno
a vos,
ojos que
acarician
lo impensable,
me aparto
dando zancadas,
disfrutándote.
Lejana.
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